La argirelina y los activos parecidos necesitan ser formulados con un mejorador de penetración. Aunque el péptido no necesita llegar a la dermis, sí tiene que ser capaz de ir más allá de la superficie, pero el tamaño de su molécula no se lo permite porque es muy grande, de ahí que cuando se inyecta el producto se ven resultados casi de inmediato. Los de los penetradores más usados son el DMSO, el DMI y los glicoles como el etoxidiglicol, butilenglicol y dipropilenglicol y en último caso el propilenglicol. El DMSO es bastante potente, pero también tiene mayores posibilidades de causar irritación. El DMI es más suave, pero tiende a degradar la efectividad de los activos con el tiempo. El etoxidiglicol, a partir de un 3%, dependiendo de la cantidad de activos, da buenos resultados.. También ayudan a la penetración los ésteres, como el miristato o palmitato de isopropilo y el alquilo c 12-15.
Hay quienes no son partidarios de usar estos ingredientes por la misma capacidad que tienen de disolver el "cemento" superficial de la piel y porque en pieles sensibles puede causar irritación, realmente no son ingredientes "naturales". La dimeticona y los sueros a base de siliconas son el vehículo de preferencia para estos activos por ser ligeras, sin tacto graso, convenientes comercialmente. Las siliconas tampoco tienen capacidad de penetrar la piel, permanecen sobre ésta pero cumplen el propósito de depositar el activo en la superficie y de allí, ayudados por el agente de penetración va a donde tiene que ir.
Otra alternativa son los emulsionantes capaces de producir fluidos lamelares con gran capacidad de penetración y los liposomas, así como algunos emulsionantes etoxilados, como el laureth-4 y el laureth-23.
Las alternativas naturales son pocas, el coco fraccionado por sí solo no tiene esa capacidad de penetración, pero acompañado de un 5% de liposomas sí es efectivo. Si se cuenta con un homogeneizador o una batidora de alta potencia, capaz de dar entre 2500 y 3000 revoluciones por minuto, se pueden hacer liposomas batiendo lecitina con agua y añadiendo el activo y en este caso se podría obviar el agente de penetración.
Una cosa importante cuando se formula es que generalmente las dosis recomendadas por el fabricante son dadas en base a la rentabilidad y no a la efectividad. Personalmente prefiero orientarme por las dosis que se usan en los estudios de efectividad, casi siempre mayores que las recomendadas por el fabricante. Hay que tomar en cuenta que cuando se añade un porcentaje a una fórmula no significa que ese porcentaje está disponible para llegar a la piel. En el caso de la argirelina por ejemplo, un 10% de solución ofrece una disponibilidad real de alrededor de un 5%.
Mame, la uso en un suerito cargado de cosas, formulado con ingredientes naturales y otros no tanto, del que me aplico apenas dos o tres gotas. La argirelina hace una sinergia muy buena con el ácido hialurónico, como se ha comentado, con otros péptidos como el matrixil, el haloxil o eyeliss, y con el DMAE.
A ver qué te dice el químico, que tiene más experiencia y conocimientos.