Casi todo lo que se de jabones lo he aprendido en este foro. Muchísimas gracias. He aprendido mucho con todo lo que aquí habéis explicado sobre cómo procesar el sebo de vaca.
Está siendo toda una experiencia para mi, y ya es hora de que os lo explique:
Después de buscar en los comercios y carnicerías el sebo ya elaborado sin encontrarlo, un amable carnicero me dio el sebo para que lo elaborara yo... Cuando vi la bolsa de plástico por la que se adivinaba el sebo en bruto, es decir con restos de sangre y algo de carne, ya me entró algo de miedo.
Por lo perecedero del caso, me apresuré a empezar el proceso de inmediato.
Primero, seleccioné un poco todo aquel galimatías, ya que había de todo, desde el cebo en canal o en rama, hasta membranas sebosas, y recortes de todas clases. Menos mal que era de vacuno recién sacrificado y no olía mal, pero ya sabéis que tiene aquel olor tan característico, que todavía no se ha marchado de mi olfato ni de mi estomago. Recorté los trocitos cárnicos que habían quedado, y lo lavé con abundante agua varias veces para quitar los restos de sangre.
Después saqué la maquina de picar carne manual, la de hacer los canelones de toda la vida. Para que os voy a contar la que se formó... Se atascó a las primeras vueltas, debido a los restos de las membranas que almacenan la grasa, y no iba ni a la de tres... Tuve un tremendo lío para desmontar la máquina y quitar y limpiar todos los restos de fibras ... Todo pringado de grasa, y además húmeda por los enjuagues, que aunque había colado, todavía quedaba agua, por todas partes, hasta en el suelo... Sobreviví gracias a que estaba mi costillo y me dio una mano. Decidí cortar los trozos de grasa cuanto pude, y los metí en una olla con agua y sal al fuego. Al cabo de una hora veía que flotaban los trozos de grasa, que no se habían disuelto del todo, así que se me ocurrió triturarlo todo con la batidora, y lo dejé como una hora más. Ahora sí que parecía que iba bien la cosa. Se formó como una emulsión blanquecina. Fuí quitando la espumita que se iba formando en la superficie. Después lo colé todo con un chino y una tela encima, y lo dejé enfriar. Esta mañana lo que he visto es la superficie de la olla toda blanca, perfecta, como si fuera la manteca ya procesada, pero la he puesto en el frigorífico antes de separar el agua para seguir con el proceso. No huele mal, aunque todavía recuerdo a vacuno, así que seguiré los pasos que nos dice Mendru y ya os cuento.
Tengo el estomago todavía en huelga, pero estoy contenta, por lo que he aprendido. Tengo muchas ganas de probar el sebo de vaca en los jabones por todas las características que tiene. Pero no os creáis que sale gratis. Si acaso, no te cuesta dinero que te lo de el carnicero, pero tiene su costo elaborarlo, no es lo mismo que hacer jabones. No me extraña que no se utilice más.
Ya os pongo fotos de cómo me queda al final, y también os contaré el resultado de los jabones cuando los haga.
Gracias de nuevo. Nunca lo hubiera logrado sin vosotros.